martes, 16 de julio de 2013

Despertar en Invierno.

Tenía los ojos abiertos, me encontraba tumbado en la cama, la ventana estaba cerrada, estaba llena de escarcha, fuera de la casa debía hacer mucho frío. Podía ver algunos árboles sin hojas cubiertos de más escarcha. El cristal de la ventana parecía como si se fuese a romper, como si fuese una membrana tan débil como la de una hoja de papel. La poca luz que me permitía ver el interior de mi habitación era luz de madrugada que entraba con dificultad entre las nubes por la pequeña ventana de mi habitación.
La habitación no era muy grande, estaba la cama en la que yo me encontraba tumbado pegada a la pared al lado de la ventana. 
En frente de mí estaba el escritorio con un ordenador de sobremesa, el logotipo era una cabeza de Alien.
A mi izquierda estaba la puerta para salir, y justo al lado un armario cerrado.
Al lado de la cama había una estantería con algunos libros y mangas.
Pero había algo más en aquella habitación...
Bajé la vista y la vi a ella, usando mi pecho de almohada, parecía frágil. Estábamos desnudos a pesar del frío, ¿Qué acababa de pasar esta noche? Aún quedaba una botella de licor bajo la cama.
Ella era preciosa, su piel era bastante blanca. No tanto como la nieve, pero se le intentaba parecer. Y al pasar mis dedos por ella sentía lo fina que era. No había tocado una piel así nunca antes.
Su cabello era totalmente liso y de un color negro azabache.
Sus ojos que permanecían cerrados eran grandes, su nariz estaba perfectamente perfilada y sus labios me pedían a gritos que los mordiese. Pero no lo hacía, algo me mantenía paralizado, quizás era su belleza o quizás era que simplemente no quería que este momento acabase, quería permanecer todo el tiempo posible en esta situación, sólos ella y yo, abrazados y dándonos calor resguardados del frío invierno.

Pero entonces lo entendí, eso no era real. 
Abrí los ojos y desperté.

No hay comentarios:

Publicar un comentario